EL SIMBOLISMO RUSO
Sala De Exposiciones de la Fundación
“la Caixa”
(22 de Octubre 1.999 – 9 de Enero de 2.000)
Sin duda alguna éste es el momento
preciso y precioso para detenernos un momento en el movimiento simbolista que
se desarrolló en Europa a finales del S. XIX, no solo en el mundo de la
pintura, sino en el de la literatura, música, filosofía..... a todo ello, “La
Caixa” nos brinda la oportunidad de
abrir una ventana, a través de los cuadros y autores que nos presentan.
El Simbolismo nació en Francia de
las manos del literato Jean Moreás
en 1.886 y un poco más tarde se amplió al mundo de la pintura con los pinceles
de Paul Aurier en 1.891, a partir de
aquí, esta nueva corriente, convulsionó transformando todos los pilares de la
vieja Europa, llegando hasta la Gran Rusia, teniendo un papel muy importante ,
en ésta nueva forma de expresión. Dentro del simbolismo Ruso y en todo su
abanico cultural, destacaron las
siguientes e importantes personalidades: en la música fue Skriavin e Stravinski, en poesía y literatura: Block, Vieli, Ivanov. Zinaida Guippius, etc. En la escultura: Valentín Serov, Nikolaí Andreiev, la
fántastica Ann Golubkina. Y ya, en pintura: Vubrel, Borisov-Musatov, Filonov, Nesterov, Bakst, Malievich, Mstislav
Dobuyinsky, y tanto otros, muchos de
los pintores pioneros del abstracto, habían sido primero simbolistas, tales
como Kándinsky y Malievích.
Mihail
Vubrel: se convirtió en la más notable personalidad dentro del Simbolismo
Ruso, hijo de padres polacos-daneses, estudió derecho antes de matricularse a
los 24 años, en San Petesburgo, en la escuela de Bellas Artes., durante cinco años restauró los frescos de San
Cirilo, en Kiev, diseñó los decorados del Teatro de la Opera de Moscú y multitud
de objetos para la colonia artística de Marmontov, no lejos de Moscú. Fue escultor, escenógrafo
para teatro y pintor.
Su obra
abarca los más diversos temas, retratos, ballet, ilustraciones de la mitología.
Pero sin duda, los cuadros por los que
más fama alcanzó, fueron una serie de lienzos inspirados en un poema del
gran escritor ruso, Lermontov,
titulado “El Demonio”: El protagonista es un ser casi sobrenatural que enamorado, de la bella
Tamara, hacer asesinar al prometido de ésta, y después la seduce, en el convento, donde la joven se
ha refugiado y muere. Al final el demonio se queda solo y desesperado porque ha
perdido su alma y su amor. En ésta serie de lienzos el demonio, al
principio es un ser de una belleza sobrenatural, bello hasta la femineidad, es
arrojado a la tierra, es un ángel caído,
su cuerpo aplastado y sus alas rotas
con una mirada de angustia, soledad
y tristeza que sobrecogen a aquél
que lo contempla. Estos cuadros, le obsesionaron durante su vida, muriendo joven, loco y
ciego.
León
Bakst, fue conocido realmente por crear los decorados y vestuarios de los
famosos “ballets rusos” de Diaghilev,
pero sin embargo uno de los cuadros más importantes de la exposición es “Terror
Antiquus” obra de gran formato donde se muestra el fin de varios mundos
antiguos por medio de terremotos y maremotos.
Con todo lo anteriormente, llegamos
finalmente a las características del Simbolismo en general, los Pintores se
inspiran en la mitología, viven en un mundo irreal, intentan representar otra
cosa que lo real, inmediato y visible, tienen horror al vacío, predominio de un
color, subjetividad, indefinición de limites,
nunca pintaban en el exterior, como hacían los impresionistas,
decorativos, plano abstracto ó metafísico ............
Como decía Andrei Bielí: - “El
símbolo despierta la música del alma. Cuando la
paz llega a nuestro espíritu, siempre empieza a sonar la música. Cuando
el espíritu sea paz, se encontrará fuera del Universo” -.
Teresa
Sigüenza
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