MARC CHAGALL, EN LAS TRADICIONES JUDIAS
Estos días y hasta el próximo día 11
de Abril se puede contemplar en la Fundación Juan March de Madrid, signo de
calidad por definición, una gran
exposición sobre el Artista Ruso-Francés March Chagall. (1.887 – 1.985)
La primera
sensación que recibe el espectador (visitante)
es: Alegría, color, felicidad, bienestar..... por triste o duro que sea
el tema de sus cuadros nunca deja transmitir desanimo. Por eso es un pintor, en
lenguaje popular, que "engancha”,
él juega contigo y con sus cuadros, no le interesa seguir los cánones artísticos. Lo mismo pinta una
vaca verde, que una pareja flotando por encima de un pueblo, y siempre o casi
siempre, la imagen recurrente del violinista, homenaje al padre, que cuando
terminaba su trabajo en la fabrica de salazón de pescado, subía al tejado de su
casa para respirar aire fresco y tocar
el violín. Su padre que en palabras del propio Chagall decía: “- Allí estaba la
fuente inagotable de mis sueños: mi padre, comparable con la vaca inmóvil,
taciturna y callada sobre el tejado de la choza”.
La música
tuvo mucha importancia en la vida de Chagall, que como buen judío era gran
aficionado. Tomó clases de violín y canto desde muy joven, compaginando sus
clases de pintura. Con no poco esfuerzo se marcha de su Vitebsk natal, en Bielorrusia, a San
Petesburgo. Su objetivo era conseguir una sólida formación artística en el
Centro de Rusia. Estudió con León Bakst primer contacto
con el simbolismo, o realismo mágico. De 1.907 a 1.910 desde san Petesburgo,
donde se ha instalado. Hace frecuentes viajes a Vitebsk donde conoce a su amada
Bella con quien se casaría en 1.915 y sería su compañera hasta la muerte de
ella, será también fuente inagotable de inspiración.
Justo es
señalar, ya que nos encontramos en una Revista, donde, la temática principal es
la sangre, la influencia que ésta tuvo en la vida de Chagall. Hay que reconocer
que siempre fue de rechazo, puede que influenciado por el oficio de su tío,
dueño de un matadero en Vitebsk y a sus primeros años de París, donde vivía,
calle con calle con otro matadero, donde el
hedor de la sangre y los gritos de los animales al ser sacrificados,
convivían con el artista....... Lógicamente, se entiende que incluso en sus
cuadros de crucifixión, donde lo más normal es que se encuentre dicho “río de
vida y muerte” no aparezca reflejada y cuando lo hace, sean breves pinceladas e incluso, no existen.
En otoño de
1.910 y con una beca, se traslada a
París, cuna del Arte, allí se instala en un pequeño estudio pasando grandes
penurias económicas pero donde era
feliz. Se sorprendió con los impresionistas y se dejo cautivar por el fauvismo, pero a pesar de todo esto
consiguió un muy personal estilo, llegó a ser el pintor de los pintores. Coqueteó con el cubismo
aunque él, particularmente, nunca se sintiera demasiado atraído por este
movimiento, sin embargo en su obra queda reflejado este periodo, e incluso el
gran marchante de los cubistas Ambroise Vollard le encargo ilustrar el libro de
“Las almas muertas” de Gogol, compatriota suyo. Pero sin duda alguna como lo
que realmente podría definirse a Chagall es como un pintor “simbolista”, jugaba como
nadie con lo terrenal y lo espiritual,
dominaba el color. En París como el mismo decía encontró los medios para abrir
su mundo interior y de ahí salió todo, sus recuerdos de Rusia, con sus campos,
sus animales, sus ceremonias religiosas, la poesía, con sus cuadros-homenajes a
Apollinaire, etc, etc. Todo se interrumpió con la llegada de la 1ª Guerra Mundial
y la Revolución Rusa cambia de nuevo su vida.
En 1.917 es
nombrado comisario de Bellas Artes de Vitebsk, y comparte enseñanzas con
Lisitisky y Malevich, hasta que deja la Academia por una disputa con éste
último y se traslada a Moscú donde pinta los decorados del Teatro Judío.
En 1.922 deja definitivamente Rusia se
muda nuevamente a París donde finalmente recibe la ciudadanía francesa. En
1.941 viaja a Nueva York, donde muere su mujer Bella tres años después, y deja al artista durante 10 meses inactivo.
Es su hija la que le ayuda y le anima a salir de esa situación y en 1.948
regresa definitivamente a París, realiza sus primeras esculturas, contrae nuevo
matrimonio, con Vava, también de origen
ruso, y emprende una nueva vida de
viajes, exposiciones, premios,
reconocimientos por todo el mundo, muriendo a los 98 años el 28 de marzo.
Si me
permiten un consejo: No se la pierdan, disfrutarán
Teresa
Sigüenza
10.3.
99
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